Asociacion Civil Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico

Foto: Silvia Vitale

Kristina Cockle

Contacto responsable en CeIBA

Equipo del proyecto

Región

Campos y Esteros

Objetivos y líneas de trabajo

1) Aportar al conocimiento de la historia de vida, hábitat, movimientos estacionales y conservación de los atajacaminos y añaperos.

2) Conservar y restaurar pastizales y selvas en galería que son el hábitat que estas especies necesitan para sobrevivir.

Los atajacaminos

Si transitas de noche por un camino de tierra en el nordeste de la Argentina, es probable que escuches sonidos extraños, o te sorprende el vuelo repentino, desde el suelo, de un atajacaminos o añapero (Caprimulgiformes). Cautivadoras, misteriosas y legendarias, muchas de estas aves usan los caminos de tierra para descansar, cantar, hacer despliegues, forrajear y conseguir pareja. Las personas que viven en el campo las conocen bien, y aparecen en las zambas y chacareras del norte argentino, con nombres como “ñanarcas”, “tapacaminos”, “yvyja´u” (que come o chupa tierra), “guyra tape” (pájaro del camino o sendero), “guyra keraná” (pájaro dormilón) o “pájaro ateí” (pájaro haragán). 

Al atardecer, o a la luz de la luna, los atajacaminos persiguen insectos en vuelo. Como otros insectívoros aéreos, muchas poblaciones de atajacaminos están disminuyendo, y hay varias especies que se encuentran en peligro de extinción. En muchos casos, no se entiende bien el motivo. Está claro que la agroindustria está transformando gran parte de su hábitat (donde anidan, y en sitios donde pasan el invierno). Las insecticidas podrían perjudicarlos directamente con toxicidad o indirectamente reduciendo su alimento. El cambio climático podría reducir la disponibilidad de su alimento en momentos claves. En el nordeste argentino, los árboles exóticos (pino y eucaliptus) invaden agresivamente los pastizales, amenazando no solamente a los insectívoros aéreos, sino a muchas otras especies y a las funciones del ecosistema. 

¿Qué estamos haciendo?

Estudiamos la biología y la ecología de los atajacaminos en la ecorregión de los Campos y Malezales de Corrientes y sur de Misiones, y contribuimos a la conservación y restauración de su hábitat (pastizales y selvas en galería).

El proyecto

Nuestro proyecto empezó en 2012 por iniciativa de los guardaparques de la Reserva Natural Rincón de Santa María (Corrientes), quienes empezaron a monitorear las poblaciones de Atajacaminos Ala Negra (Eleothreptus anomalus, cercana a la amenaza). Actualmente participan biólogos, naturalistas, guardaparques y voluntarios. Con 3.591 hectáreas, la reserva provincial Rincón de Santa María protege pastizal y remanentes de bosques en proceso de restauración en la costa del embalse de Yacyretá, en el río Paraná. Es uno de los sitios más importantes para la conservación del Atajacaminos Ala Negra en Argentina. Entre noviembre y marzo, los Añaperos Boreales (Chordeiles minor) aprovechan la gran fuente de insectos que conserva la reserva, para luego emprender su largo viaje a los sitios de cría en América del Norte.

 

Para generar conocimiento que ayude a mejorar las medidas de conservación de los insectívoros aéreos, estudiamos los atajacaminos y añaperos en Rincón de Santa María y sitios cercanos (Misiones y Corrientes). Usamos observaciones directas para describir sus comportamientos y sonidos, que ayuda a entender sus sistemas de apareamiento y a monitorear su hábitat y poblaciones. Anillamos y medimos individuos para investigar su morfología y supervivencia. Colocamos radiotrasmisores y dispositivos GPS en los Atajacaminos Ala Negra y Añapero Boreal para conocer sus movimientos y uso de hábitat, a escala local y continental. Se remueve los árboles exóticos de los pastizales de la reserva. En el vivero de la reserva se reproducen plantas nativas, de procedencia local, y se plantan entre abril y junio para restaurar la selva ribereña y las isletas o mogotes de selva. 

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